En la conferencia matutina del 6 de octubre de 2025, el director general del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), Octavio Romero Oropeza, anunció la eliminación del sistema de puntos para adquirir viviendas bajo el esquema Vivienda para el Bienestar.
El objetivo declaradamente buscado es simplificar el acceso a un hogar a los sectores con menores ingresos, eliminando barreras burocráticas que históricamente han obstaculizado el financiamiento habitacional para trabajadores con ingresos bajos.
Este cambio no implica, según el funcionario, la abolición del sistema de puntos para todos los créditos Infonavit, sino que se aplicará específicamente al esquema de viviendas sociales coordinadas por el instituto.
Para comprender mejor su alcance, conviene analizar qué implicaba el sistema previo, cómo funciona ahora el nuevo esquema y cuáles son sus implicaciones prácticas.
Contexto previo: El sistema de puntos del Infonavit 🏘️ℹ️
Por muchos años, el Infonavit utilizó un sistema de puntos como filtro para decidir quiénes podían acceder a un crédito de vivienda. Este sistema medía múltiples factores del trabajador, como la antigüedad laboral, el salario integrado, el cumplimiento de aportaciones patronales, el historial de pagos, entre otros.
Uno de los requisitos más conocidos era acumular 1,080 puntos para precalificar para ciertos créditos. Este requisito fue frecuentemente señalado como una barrera para trabajadores jóvenes, de ingresos bajos o con trayectorias laborales intermitentes.
Además del puntaje, se imponían múltiples requisitos o condiciones adicionales, de modo que muchos trabajadores que en teoría podrían pagar un crédito quedaban fuera por no alcanzar la puntuación exigida o por omisiones menores en su registro patronal.
Con la presentación del modelo T100 en agosto de 2025, Infonavit ya había adelantado una reforma al sistema tradicional: reducir el puntaje exigido de 1,080 a 100 puntos, y simplificar los requisitos para el crédito hipotecario general. Este modelo entró en vigor el 18 de agosto de 2025.Con el modelo T100:
- Se redujeron los requisitos de 10 a 5 condicionales esenciales (por ejemplo: empleo formal, que la vivienda cumpla con estándares, no tener otro crédito hipotecario).
- Se eliminó la penalización al trabajador por incumplimientos del patrón en las aportaciones.
- Se prometió que el monto del crédito se entregaría íntegramente, sin recortes por puntaje.
- El historial en buró de crédito tendría menor peso, solo verificándose que no exista otro crédito hipotecario vigente.
Este antecedente del T100 ayuda a entender que la eliminación del sistema de puntos para las Viviendas para el Bienestar es una continuación a un paso más radical dentro de esa lógica de “simplificación”.
Aunque el anuncio de eliminación de puntos se refiere específicamente al esquema Vivienda para el Bienestar, no significa que el sistema de puntuación tradicional desaparezca en todos los casos. En el esquema general de créditos del Infonavit, el modelo T100 ya había simplificado y reducido el puntaje exigido, como se comentó antes.
En ese modelo, sí hay evaluación de 100 puntos, pero con reglas más simples y menos penalizaciones.Por lo tanto, estos cambios podrían converger: para las viviendas sociales se elimina todo requisito de puntaje, mientras que para otros créditos se seguirá usando el sistema simplificado del T100.
Ventajas, riesgos y retos del nuevo enfoque 📈🤔
Conviene analizar las ventajas, los riesgos y los retos de este nuevo programa.
Ventajas esperables
- Mayor inclusión social: La eliminación del requisito de puntos amplía la posibilidad de acceso para trabajadores jóvenes, con trayectorias laborales discontinuas o con ingresos bajos, que antes no lograban acumular puntaje suficiente.
- Reducción de la burocracia y los "cuellos de botella": Menos requisitos implican trámites más ágiles, menos revisiones complejas y menor carga administrativa tanto para los solicitantes como para el instituto.
- Aceleración del acceso a vivienda: Con puntos menos restrictivos y reglas más claras, el proceso de calificación y construcción podría hacerse más rápido, permitiendo que más familias "salten" del arrendamiento a la propiedad.
- Política social alineada con el discurso de derecho a la vivienda: En términos simbólicos y de política pública, eliminar barreras estructurales refuerza la imagen de que el estado promueve la justicia social directamente en el acceso a un patrimonio.
Riesgos y desafíos
- Sostenibilidad financiera del programa: Abrir el acceso a más beneficiarios con menores filtros puede aumentar la demanda y el costo del programa. Garantizar la calidad, mantenimiento y continuidad de las viviendas será clave para que no se conviertan en pasivos.
- Riesgo de sobreendeudamiento: Aunque se espera que los trabajadores puedan pagar los créditos mediante descuentos de nómina durante hasta 30 años, para algunos ingresos muy bajos la carga podría resultar alta si no se hace una evaluación prudente de la capacidad de pago.
- Calidad de las viviendas y servicios públicos: Si la expansión es rápida, existe el peligro de que las viviendas terminen localizadas en zonas mal conectadas o con escasos servicios (agua, transporte, escuelas, infraestructura). La coordinación interinstitucional con urbanismo será crucial.
- Transparencia, supervisión y corrupción: Con mayores volúmenes de entrega y menor burocracia, debe reforzarse el control y vigilancia para evitar irregularidades en adjudicación, construcción o asignación de candidatos.
- Riesgo de saturación del programa: Si la demanda supera la oferta de vivienda programada, podría generarse un desfase prolongado. Muchos solicitantes podrían quedar rezagados por tiempos de espera.
- Impacto en otros esquemas de crédito del mercado: La nueva facilidad podría desplazar parcialmente el mercado habitacional libre o los créditos bancarios si se percibe que la vía Infonavit es más sencilla y segura.
Retos operativos ⚙️🚧
- Lograr que la construcción de las viviendas mantenga estándares de calidad, sustentabilidad y conectividad.
- Coordinar con los gobiernos estatales y municipales para ofrecer servicios básicos (agua, luz, drenaje, transporte público, escuelas) en las zonas donde se edifiquen estos desarrollos.
- Fortalecer los sistemas de vigilancia ciudadana, auditoría social y transparencia en los procesos de adjudicación, selección de beneficiarios y seguimiento.
- Asegurar que los procedimientos informáticos (portales web, datos actualizados) funcionen adecuadamente para procesar muchas solicitudes simultáneas.
- Capacitar al personal del Infonavit para adaptarse al nuevo modelo administrativo y de revisión.
Reflexiones finales y el panorama futuro 🧭✨
La eliminación del sistema de puntos para las Viviendas para el Bienestar representa una decisión de alto calado en la política de vivienda en México. Es una apuesta por la simplificación administrativa y la inclusión de quienes históricamente han estado excluidos. Sin embargo, su éxito dependerá de la ejecución eficiente, de la suficiencia de recursos y de la integridad institucional.
🔎Algunos puntos que conviene observar en los próximos meses:
- Cuántas viviendas efectivamente se entregan en relación con las contratadas.
- En cuánto se demoran los procesos de selección, construcción y entrega.
- La calidad constructiva y el grado de adecuación a servicios esenciales.
- La morosidad o incumplimiento por parte de beneficiarios y su impacto en la sustentabilidad financiera.
- Cómo interactúa este esquema con los créditos generales del Infonavit y con otros programas de vivienda.
Fuente: https://www.fiscalia.com/
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